Dormimos aproximadamente un tercio de nuestra vida. El tiempo que dedicamos a esta actividad juega un papel vital en el aprendizaje, la concentración, el control emocional y el bienestar físico y mental. En los niños, la calidad del sueño influye directamente en su estado de ánimo y en su buen humor.
Lograr que los niños despierten con buen humor puede ser todo un reto, pero el esfuerzo y la constancia valen la pena. Implementar estrategias adecuadas para mejorar la calidad del sueño ayudará a que los niños tengan días más felices y saludables.
Estrategias para mejorar el sueño y el buen humor en los niños
1. Cuidar el patrón de sueño
El sueño debe adaptarse a la edad del niño, garantizando que duerma la cantidad de horas recomendada según su etapa de desarrollo.
Horas recomendadas de sueño según la edad:
- Recién nacidos: 14 a 17 horas diarias
- 4 a 12 meses: 12 a 15 horas diarias
- 1 a 2 años: 11 a 14 horas diarias
- 3 a 5 años: 10 a 13 horas diarias
- 6 a 12 años: 9 a 12 horas diarias
Mantener un horario de sueño fijo es clave para que el cuerpo del niño se acostumbre a una rutina saludable.
2. Establecer una rutina de sueño
Para que los niños concilien el sueño de manera natural y despierten con buen humor, es recomendable:
- Crear un ambiente de armonía antes de dormir.
- Mantener un horario constante para acostarse y despertarse.
- Evitar actividades estimulantes antes de dormir, como el uso de dispositivos electrónicos.
- Disminuir la intensidad de las luces y ruidos en la habitación.
3. Controlar la alimentación antes de dormir
Estudios han demostrado que ciertos alimentos pueden afectar la calidad del sueño y, por ende, el buen humor de los niños. Se recomienda evitar:
- Bebidas con cafeína (refrescos, tés y algunas aguas saborizadas).
- Quesos maduros, ya que contienen tiramina, un aminoácido que puede provocar insomnio.
- Embutidos, debido a que dificultan la digestión.
- Chocolate amargo, que actúa como estimulante del sistema nervioso.
- Tomates y frutas cítricas, que pueden causar molestias estomacales.
- Comidas picantes, que pueden provocar reflujo y afectar el sueño.
4. Implementar hábitos saludables antes de dormir
Después de la cena, es recomendable iniciar una rutina relajante para ayudar a los niños a prepararse para dormir. Algunas estrategias efectivas incluyen:
- Tomar un baño caliente.
- Leer un cuento antes de dormir.
- Realizar ejercicios de respiración o meditación infantil.
5. Evitar la exposición a pantallas antes de dormir
La luz azul emitida por televisores, computadoras, teléfonos y tabletas afecta la producción de melatonina, la hormona del sueño. Para mejorar la calidad del descanso y el buen humor, se recomienda:
- Evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir.
- Sacar los dispositivos de la habitación.
- Fomentar actividades tranquilas como la lectura.
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6. Despertarlos de manera amable
El momento del despertar también influye en el buen humor de los niños. Algunas formas de despertarlos suavemente incluyen:
- Evitar encender la luz de golpe.
- Retirar las sábanas de forma gradual.
- Hablarles con voz suave y calmada.
Beneficios de un buen sueño en los niños
Cuando los niños duermen bien, su humor mejora considerablemente. Otros beneficios incluyen:
- Mejor concentración y rendimiento escolar.
- Mayor estabilidad emocional y control de impulsos.
- Desarrollo físico y cognitivo adecuado.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico.
Implementar estas estrategias garantizará que los niños desarrollen un buen patrón de sueño, lo que contribuirá a mejorar su humor y bienestar general. La constancia en la aplicación de estos hábitos es clave para que los pequeños crezcan sanos, felices y con una actitud positiva.
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