¿Cómo enseñar el manejo de la frustración?

Compartir:

La frustración es una emoción desagradable que surge cuando no logramos alcanzar algo que deseamos o cuando las situaciones se presentan de forma diferente a lo esperado. Desde la infancia, nos enfrentamos a diferentes oportunidades que nos permiten desarrollar la resiliencia, lo que nos prepara para manejar de manera efectiva la frustración en la edad adulta. Varios factores influyen en cómo los niños aprenden a manejar la frustración:

  • Estilo educativo familiar: La forma en que los padres educan tiene un impacto significativo en cómo los hijos reaccionan ante diversas situaciones.
  • Temperamento y carácter: Cada niño percibe las situaciones de manera diferente según su temperamento y carácter.
  • Formación en inteligencia emocional: Una adecuada formación en inteligencia emocional ayuda a los niños a comprenderse a sí mismos y a regular sus emociones de manera efectiva.

Es importante destacar que ninguna emoción es negativa en sí misma. Todas las emociones nos proporcionan información sobre nuestro estado emocional en un momento dado. Sin embargo, es crucial aprender a manejarlas adecuadamente para evitar reacciones inapropiadas. Aquí hay algunas formas de enseñar el manejo de la frustración:

  • Dar ejemplo: Los niños aprenden observando el comportamiento de los adultos. Es fundamental proporcionarles modelos adecuados de cómo reaccionar ante las dificultades y resolver los problemas de manera constructiva.
  • Permitir que se equivoquen: Dejar que los niños se equivoquen y enfrenten dificultades les brinda la oportunidad de desarrollar habilidades para superar obstáculos.
  • Promover la resiliencia: Permitir que los niños pierdan en los juegos y enfrenten desafíos les ayuda a fortalecer su carácter y a esforzarse por mejorar en el futuro.
  • Establecer límites: Es importante establecer límites claros y mantenerse firmes en ellos, incluso cuando los niños expresan frustración.
  • Mostrar empatía: Reconocer y validar las emociones de los niños les ayuda a sentirse comprendidos y les proporciona el apoyo necesario para superar la frustración.
  • Fomentar la resolución de problemas: Ayudar a los niños a encontrar soluciones a sus problemas emocionales les permite desarrollar habilidades para enfrentar los desafíos de manera efectiva.

Recuerda que la frustración es una parte natural de la vida y es imposible evitar que los niños la experimenten. Sin embargo, al proporcionarles las herramientas necesarias para manejarla, podemos ayudarles a enfrentar los desafíos de manera positiva y constructiva.

Michelle Guerra de Cotero |Psicopedagoga | APDE Las Colinas