Adolescencia: desarrollo afectivo y la influencia de las redes sociales

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La adolescencia marca una etapa de nuevas emociones vinculadas al mundo de los afectos y de aprendizajes significativos, representando una oportunidad de crecimiento y consolidación de la personalidad.

Durante esta etapa, el adolescente asume el control de su vida y toma decisiones, ganando autonomía emocional y disfrutando de la pertenencia a grupos.

Una plataforma fundamental para transitar estos cambios es un ambiente familiar que fomente vínculos afectivos adecuados, proporcionándoles seguridad en sí mismos. Los valores inculcados en el núcleo familiar les darán el apoyo necesario para integrarse a la vida adulta.

Actualmente, se intenta fomentar la autoestima de los jóvenes a través de una "psicología simplista", cuya premisa principal es: ante todo, siéntete bien contigo mismo y nunca olvides que hagas lo que hagas, eres una persona fabulosa. Sin embargo, muchos adolescentes la perciben como una realidad inadecuada.

Los adolescentes se encuentran en la etapa de formación del carácter y se sienten invencibles, pero son vulnerables y pueden verse influenciados por los "modelos aparentes" que encuentran en los medios digitales.

Las nuevas tecnologías están presentes en la vida de los jóvenes. Según un estudio realizado por James Steyer de Common Sense Media, los preadolescentes entre 8 y 12 años utilizan alrededor de 6 horas al día en los medios digitales, y los adolescentes entre 13 y 18 años al menos 9 horas diarias.

Las redes sociales son uno de los medios digitales más utilizados por los adolescentes, teniendo un gran impacto en sus vidas al permitirles comunicarse entre sí, construir vínculos sociales y acceder a información. Sin embargo, también pueden convertirse en una fuente de distracción y contener información inapropiada o falsa.

A pesar de las múltiples ventajas, las redes sociales tienen un lado negativo si no se utiliza con madurez: interfieren con otras actividades, exponen a exceso de información, dificultan el sueño y pueden causar adicciones, trastornos sociales, ansiedad o síntomas de depresión.

Para ayudar a los adolescentes, es importante establecer límites razonables de tiempo, ofrecer consejos constructivos y brindarles modelos positivos en casa. Se debe fomentar el contacto cara a cara con amigos, conocer sus hábitos en internet, utilizar filtros parentales y promover actividades que no involucren tecnología.

Como dijo el Papa Francisco: “La tecnología no puede suplantar el contacto humano”.

Lcda. Astrid de Rodríguez | Coordinadora Secundaria |APDE Campoalegre