La adquisición del lenguaje es un proceso o habilidad que traemos consigo mismos desde nuestro nacimiento y que el ambiente a través del modelado continuo ayuda a desarrollarse; esto quiere decir que padres que platican y hablan a sus hijos, aunque aún no exista lenguaje, irán guardando imágenes auditivas de palabras que expresan sentido a su vida y que en algún momento al fortalecer sus órganos fonoarticulatorios por el proceso madurativo natural irán emitiendo luego de haberlas guardado por algún tiempo no determinado.
Platicar con ellos y no de ellos es la mejor práctica que podamos tener para estimularles, jugar con las vocales con emisiones largas y cortas, cantar y cantar repitiendo estribillos son medios comunes y fáciles de implementar en el diario de una familia.
Hazlo en casa:
- Aprovecha a hablarle siempre, en todo momento no esperes que te conteste estará fortaleciendo imágenes acústicas de las palabras y comprensión de lo que le dices.
- Cántale canciones y poco a poco irá imitando lo que tú le cantas.
- Practica ejercicios para la correcta respiración, tomar suficiente aire para empezar hablar ayuda a mejorar la articulación, modulación y fluidez.
- Enséñale a soplar con aire expulsado por la boca: papeles pequeños, pedacitos de lana, pelotas livianas, servilletas, etc.
- Apaguen velas encendidas, colocadas a diferentes distancias.
- Toquen trompetas, silbatos, pitos, etc.
- Coloca un espejo pequeño debajo de tus fosas nasales y enséñale, hazle notar que el espejo se empaña por su respiración.
- Hagan burbujas de jabón, lo más lejos que se pueda de sus bocas.
- Haz que sople a través de una pajilla hacia un vaso con agua, haciendo borbotones, enséñale tu primero.
- Infla ambas mejillas y saca el aire al mismo tiempo de ambas y luego pídele que lo haga.
- Infla primero una mejilla y luego la otra, sacando el aire al mismo tiempo y luego pídele que lo haga.
El Proyecto Educativo de Colegios APDE favorece este tipo de recomendaciones y otras más en la medida que nuestros alumnos van desarrollándose en lo fisiológico, humano, académico y espiritual a lo largo de su vida escolar.