Enseñar a los niños a tomar decisiones es una habilidad crucial que les ayudará a lo largo de toda su vida. Este proceso no solo fomenta su autonomía, sino que también les enseña a asumir la responsabilidad de sus elecciones y a gestionar las consecuencias de manera madura. A continuación, exploramos la importancia de este aprendizaje, las estrategias clave para implementarlo y cómo puedes comenzar desde casa.
¿Por qué es importante enseñar a los niños a tomar decisiones?
Este proceso comienza desde edades tempranas y juega un papel esencial en su desarrollo emocional y cognitivo. Al practicar la toma de decisiones en el día a día, los niños aprenden a evaluar sus opciones y a enfrentarse a los resultados, ya sean positivos o negativos.
Decidir es algo que los niños hacen constantemente: eligen con quién quieren trabajar en un proyecto escolar, si prefieren comer sus verduras en la lonchera o si desean ir al cine o tomar un helado. Estas pequeñas elecciones son fundamentales para construir una base sólida de autonomía.
Brooks y Goldstein, autores de Cómo fortalecer el carácter de los niños, afirman que “la capacidad de resolver problemas y de tomar decisiones forma parte fundamental de una actitud mental de fortaleza de carácter… posibilita que los niños enfrenten sus desafíos basándose en confiar en lo que pueden controlar”. A través de este proceso, los niños ganan confianza en sus propias habilidades y se preparan para enfrentar elecciones más complejas a medida que crecen.
Estrategias para enseñar a los niños a tomar decisiones
Existen varias maneras en las que los padres pueden enseñar a los niños a elegir de manera responsable. Aquí te compartimos algunas estrategias prácticas que puedes aplicar en casa:
- Establecer responsabilidades claras: asignar tareas y responsabilidades acordes a la edad del niño les ayuda a entender las consecuencias de sus elecciones.
- Limitar opciones: al ofrecerles un número reducido de alternativas, evitas que se sientan abrumados y los ayudas a tomar decisiones de manera más rápida y eficaz.
- Definir el problema: enseñarles a identificar claramente los problemas les permite enfocarse mejor y evaluar sus opciones.
- Establecer prioridades: los niños deben aprender a clasificar sus decisiones en función de su importancia y urgencia. Esto también refuerza su capacidad para gestionar el tiempo y los recursos.
Un aspecto crucial del proceso de toma de decisiones es aprender de los errores. Es vital que los padres fomenten el diálogo y la reflexión sobre las consecuencias de las elecciones de sus hijos. A través de la conversación abierta, los niños pueden analizar lo que salió mal y qué podrían hacer de manera diferente en el futuro.
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Enfrentando el fracaso y aprendiendo de los errores
Al enseñar a los niños a tomar decisiones, es importante permitirles experimentar el fracaso y las consecuencias de sus malas elecciones. Enfrentarse a estas situaciones durante la infancia ayuda a desarrollar resiliencia, una habilidad crucial para su futuro. Los padres deben brindar apoyo en estos momentos, pero sin sobreproteger a sus hijos. Reaccionar de manera exagerada ante los errores solo genera miedo a fallar, lo que puede limitar su crecimiento y aprendizaje.
En su libro Discipline for Life: Getting it Right with Children, Sal Severe sostiene que “a medida que los niños se vuelven más razonables y se muestran más responsables, se les debe otorgar más autoridad sobre sus vidas”. Este proceso gradual les permite ganar confianza y tomar decisiones de manera más eficaz, incluso en situaciones difíciles.
La familia como espacio de práctica para la toma de decisiones
El entorno familiar es el primer lugar donde los niños pueden aprender a tomar decisiones. Los padres deben guiar a sus hijos para que puedan tomar decisiones seguras, pero sin privarlos de experimentar por sí mismos. Permitirles equivocarse les enseña lecciones valiosas sobre la vida real.
Para obtener más información sobre cómo enseñar a los niños a tomar decisiones, te recomendamos este recurso de Harvard sobre crianza y toma de decisiones en la infancia.
Enseñar a los niños a tomar decisiones responsables es un proceso que requiere paciencia, tiempo y un enfoque equilibrado entre apoyo y autonomía. A medida que los niños crecen, su capacidad para tomar decisiones acertadas mejorará, y estarán mejor preparados para enfrentar los retos de la vida adulta con confianza y seguridad.
Lcda. Astrid de Rodríguez |Coordinadora Secundaria |APDE Campoalegre