¿El estrés afecta nuestro sistema inmunológico?

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Los estados de alerta pueden cambiar el equilibrio hormonal de la persona, entrando en acción las hormonas hipotalámicas como la vasopresina. El impacto del estrés puede hacerse presente en el cuerpo con síntomas somáticos y el estrés continuado puede llegar a afectar nuestro equilibrio psicológico.

La relación del sistema inmune y el sistema nervioso es muy compleja, pero claramente existe una conexión entre ellos, recordemos además que lo que pensamos tiene una influencia directa en nuestra salud.

El estrés es una reacción fisiológica ante los retos de la vida personal o laboral, es una respuesta a nuestras demandas o desafíos, lo importante es resolver cuanto antes buscando nuestros propios medios de abrir y cerrar nuestros pendientes o demandas.

Cuando el estrés se prolonga por un tiempo muy extenso podemos decir que pasa a ser crónico, dejando a la persona sin herramientas de resolución perdiendo así su facultad adaptativa al cambio.

Los principales síntomas corporales podrían ser, hipoglucemia, cambio de la temperatura del cuerpo, dolor de cabeza, cambios en el sistema digestivo y de evacuación y una sensación de sentirse abrumado permanentemente.

Cuando se experimenta estrés crónico podemos decir que el organismo sufre una inmunodepresión esto inhibe la respuesta inmunitaria del cuerpo.

Distinguir los síntomas del estrés crónico antes de que aparezca un déficit inmunitario puede ayudarle a mejora su salud. Revise los siguientes síntomas:

  • Cefaleas frecuentes sin razón. Revise temperatura del lugar para evaluar si el clima no le exige a su cuerpo mantener el calor y eso provoca desgaste hasta llegar al dolor de cabeza.
  • Torticolis o contracturas. Son manifestaciones directas de somatizar la falta de resolución de las demandas del ambiente.
  • Somnolencia o insomnio. los extremos son manifestación de estados de alerta no regulados.
  • Cansancio excesivo. El cansancio excesivo no relacionado con la ejecución. sin una relación directa, la cantidad del hacer y el cansancio en partes iguales.
  • Decaimiento. cuando las demandas nos superan nos damos por vencidos o emocionalmente nos declaramos fracasados.
  • Variaciones de peso. De subida por más ingesta de alimentos aumentando nuestra conducta impulsiva o la inhibición de conductas que nos lleven a consumir alimentos.

Recuerde: mientras más rápido de respuesta a los desafíos o demandas del ambiente, menor será su desgaste, ¡Elija sus batallas!