El Adviento: una preparación para la Navidad

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¡Llegó la mejor época del año! Con el Adviento comienza la cuenta regresiva hacia el nacimiento de Jesús y la celebración de la Navidad. Este tiempo nos invita a acercarnos más a Dios, compartir en familia y preparar nuestro corazón para recibir al Niño Dios. ¿Te has preguntado alguna vez qué regalos puedes darle tú a Jesús esta Navidad?

El Adviento dura cuatro semanas, un periodo lleno de emoción y oportunidades para reflexionar. Es un momento perfecto para alistar el Belén, encender las velas de la Corona de Adviento y trabajar en valores que nos ayuden a vivir este tiempo con más profundidad. A continuación, te compartimos cómo vivir cada semana con un propósito claro.

La Corona de Adviento: un símbolo de esperanza

Antes de comenzar las semanas de Adviento, te invitamos a preparar una corona de Adviento en casa. Este símbolo lleno de luz y esperanza nos ayuda a marcar cada etapa de este tiempo especial. Coloca cuatro velas alrededor de la corona, una para cada semana, y enciéndelas junto a tu familia mientras reflexionan y oran. Este momento puede ser ideal para plantearte preguntas como:

  • ¿Qué aspectos de mi vida necesitan más luz?
  • ¿Cómo puedo ser un reflejo de esa luz para los demás?

Esta pequeña actividad te ayudará a vivir el Adviento con más intención y fe.

Primera semana: orden

El orden nos da paz y armonía. Dedica tiempo a organizar tu casa y tus actividades, y pon un ambiente navideño en tu hogar con luces, adornos y el pesebre. Junto a tu familia, enciende la primera vela de la corona de Adviento y reflexiona:

“El orden nos da armonía a nuestra vida y paz al corazón.” – San Josemaría Escrivá

Segunda semana: perseverancia

San Josemaría decía: “Comenzar es de todos; perseverar, de santos”. En esta semana, revisa tus propósitos y trabaja en ellos con constancia. Esfuérzate por cumplir tus metas, aunque requieran esfuerzo. No te desanimes si fallas; cada día es una nueva oportunidad para recomenzar.

Platícale a Jesús sobre tus propósitos y pídele ayuda para perseverar. Él estará feliz de escucharte.

Tercera semana: alegría

La tercera semana del Adviento nos invita a vivir el valor de la alegría. Participa con entusiasmo en actividades como las posadas y convivios, pero también busca compartir tu gozo con quienes más lo necesitan.

“Quiero que estés siempre contento, porque la alegría es parte integrante de tu camino.” – San Josemaría Escrivá

La alegría genuina viene del amor de Dios, y compartirla con otros es el mejor regalo que podemos dar en este tiempo.

Cuarta semana: caridad

La caridad es el valor central de la última semana de Adviento. Visita a un familiar que hace tiempo no ves, perdona a quienes te han lastimado y practica actos de bondad con quienes te rodean.

Frente al nacimiento, reflexiona sobre cómo puedes imitar a María, José y los pastores en su humildad y amor. San Josemaría nos enseña: “La caridad debe ser alegre, dulce y recia, humana y sobrenatural.”

La Navidad como el gran regalo

Al terminar las cuatro semanas, pregúntate: ¿qué tienes para darle al Niño Dios esta Navidad? Jesús nos ofrece su amor incondicional, y este tiempo de preparación nos ayuda a corresponderle con un corazón lleno de orden, perseverancia, alegría y caridad.

Para profundizar más sobre cómo vivir este tiempo especial, puedes consultar la importancia del Adviento y aprender más sobre las tradiciones navideñas en la página oficial del Opus Dei.

Si quieres conocer más sobre cómo vivir los valores de la fe en familia, visita nuestro artículo sobre la importancia de la espiritualidad en los niños. ¡Prepárate para hacer de esta Navidad una experiencia inolvidable!

Marisol de Sosa | Maestra de Teología | APDE Campoalegre

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