Todos conocemos la importancia que tiene la nutrición en el desarrollo y crecimiento de los niños, y una alimentación adecuada desempeña un papel fundamental en su bienestar.
Sin embargo, es común que los padres nos enfrentemos a la difícil situación de tener un hijo de 2 años que muestra poco interés por la comida.
Pero ¡tenemos buenas noticias! A pesar de la preocupación que esta situación pueda generar, te ayudaremos a descubrir diferentes consejos que puedes poner en práctica para lograrlo de forma efectiva. Describiremos algunos de ellos con el fin de ayudar a tu hijo a disfrutar de la comida, hacer que este momento sea agradable para todos y, al mismo tiempo, ayudarte a establecer hábitos alimentarios saludables desde temprana edad.
Debes tener en cuenta que cada niño tiene preferencias alimentarias y un apetito único, por lo que algunos pueden tener un apetito más pequeño sin que eso signifique necesariamente un problema de salud.
Crear una rutina establecida para las comidas puede ayudar a desarrollar hábitos alimentarios saludables. Ofrece comidas y refrigerios en horarios regulares para regular su apetito y crear una expectativa en torno a la comida. Si te propones evitar tener comidas poco saludables entre las comidas principales, ayudarás a que llegue con apetito a estas.
Introduce una amplia variedad de alimentos saludables. Esto permitirá a tu hijo experimentar diferentes sabores y texturas. Para hacerlo divertido, preséntale los alimentos gradualmente y anímalo a probarlos, evita presionarlo para que los pruebe. Permítele tomar decisiones dentro de las opciones saludables que le ofreces.
Recuerda que la experiencia de la comida no solo se trata del acto de comer, sino también del ambiente en el que se desarrolla. Evita distracciones como la televisión o dispositivos electrónicos. Convierte la hora de la comida en un momento de calidad en familia, compartiendo conversaciones agradables y prestando atención plena a la comida. Esto ayudará a que tu hijo asocie la alimentación con momentos agradables y fortalecerá los lazos familiares.
Recuerda que los niños aprenden a través del ejemplo, y los hábitos alimentarios no son una excepción. Si tu hijo te ve disfrutando de comidas saludables y variadas, es más probable que él siga tu ejemplo. Demuestra entusiasmo por los alimentos nutritivos y evita expresar que algunos alimentos no te gustan frente a tu hijo. Además, involúcralo en la preparación de las comidas creando platos con formas divertidas, permitiéndole mezclar ingredientes y decorar las comidas. Inventa historias sobre viajes alrededor del mundo y cuéntales historias divertidas sobre la receta que estén preparando.
¡Será una experiencia emocionante y educativa para toda la familia!
¡Celebra cada logro en la aventura gastronómica de tu hijo! Cuando pruebe nuevos alimentos o coma una buena porción de comida, aplaúdele y felicítalo por sus esfuerzos. Esto creará una asociación positiva con la comida y motivará a tu pequeño a seguir explorando sabores y texturas.