Mi hijo llora cuando lo dejo en colegio, ¿cómo puedo ayudarlo?

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La adaptación al colegio es un proceso por el que todos los niños pasan. Puede darse al iniciar un nuevo ciclo escolar, al empezar la preprimaria, la primaria, al volver de un periodo de descanso, o por un cambio de colegio.

En algunos niños es un proceso natural que se da con facilidad, otros requieren mayor apoyo para poder lograrlo. A partir del inicio de la pandemia y las clases virtuales, puede que este proceso se haya vuelto un poco más complejo.

Los niños permanecieron mucho tiempo en casa y están saliendo de su zona de confort, donde deben adaptarse a un nuevo ambiente, nuevos compañeros y nuevos maestros.

 

¿Cómo ayudarlos si lloran cuando lo dejan en el colegio?

 

1. Transmítele mucha seguridad y confianza: Los niños necesitan reconocer que están yendo a un lugar y ambiente seguro. Si los padres muestran inseguridad, los niños se sentirán inseguros.

Lo recomendable es mostrarse alegres, hablarles sobre las actividades y juegos que realizarán en el colegio, y dejarles claro que mamá y/o papá regresarán por la tarde a recogerle.

2. Al salir del colegio, pregúntales cómo les fue, cómo estuvieron o qué hicieron: Muestra un interés genuino y alegre por lo que le sucede dentro del colegio, por los amigos con los que comparte, etc.

Esto les ayudará a reconocer que, aunque están separados por un periodo, se interesan y se alegran por las anécdotas que tienen. Además, el tener esta práctica promueve una comunicación positiva entre padres e hijos.

3. Evita llegar al colegio con prisas: La despedida se volverá presurosa y eso provocará la sensación de abandono de los padres. Procura preparar lo necesario con tiempo, de manera que la mañana sea tranquila y se eviten emociones negativas.

4. Hazlo parte de la preparación de sus materiales: Cuéntale qué lleva en su mochila, qué lleva en su lonchera, de manera que sienta que está preparado y que nada le hará falta.

5. Sé detallista: Comparte dentro de su lonchera mensajes positivos que le ayuden a sentirse seguro y tranquilo. Si aún no sabe leer, colócale caritas felices o corazones que pueda interpretar y cuéntale que tú se lo enviaste.

Si el llanto surge a mitad del ciclo, sin haber tenido algún suceso relevante que lo haya causado, busca mantener una comunicación positiva para saber si hay algo que esté afectando su bienestar.

Comunícaselo tu asesor familiar o personal de tu hijo, para darle seguimiento internamente y se pueda encontrar la razón que lo provocó.

A algunos niños les tomará más tiempo, pero lo más importante es mantener la paciencia, persistir en las estrategias que se implementarán y apoyarse en el colegio y asesor para dar un acompañamiento integral y personal.

Michelle Guerra de Cotero l Psicopedagoga l Máster en Asesoramiento Educativo Familiar l APDE Las Colinas

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