¿Mi hija quiere ser influencer o streamer que puedo hacer?

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Para los que somos padres o para los que trabajamos con adolescentes y no tan adolescentes, seguramente habremos escuchado en repetidas ocasiones las palabras influencer, youtuber o streamer, y en general no debería sorprendernos que conozcan a un influencer o incluso que lo admiren o sigan. La pregunta del millón es cómo lograr que mi hija o hijo, que admira tanto a esa persona, vea más allá para su futuro y tenga aspiraciones más grandes en la vida.

Si bien no tiene nada de malo querer ser un influencer, lo importante es trabajar en el carácter y la comprensión de que su conocimiento y trabajo deben estar basados en una base sólida. Si van a tener un canal de cocina, que aprendan a cocinar. Si van a hablar sobre tecnología, que aprendan sobre el tema. No pueden simplemente hablar de cualquier tontería.

Muchos de los influencers de hoy en día son positivos; tenemos buenos doctores dando excelentes consejos de medicina y coaches educativos ofreciendo estrategias de crianza muy efectivas. Lo importante es recalcar que deben informarse, leer y aprender sobre el tema que desean desempeñar y no hacerlo de la mera superficialidad o hablar sin fundamento. Y qué mejor manera de hacerlo que siendo un profesional en la materia que les interesa.

Entonces, ¿cómo logramos que nuestros hijos se interesen por ir más allá en conocimiento y criterio? Es una labor diaria, debemos aprovechar todos los momentos que tengamos para hablar con ellos. Durante la cena, en el camino a sus actividades extracurriculares, o en un café en las tardes mientras esperamos que pase el tráfico que no nos permite llegar a casa. Es importante dedicar tiempo de nuestra ajetreada semana para sembrar en ellos lo que deseamos que florezca en el futuro.

Debemos ser modelos a seguir; muchas veces, con los adolescentes, creemos que no nos están prestando atención, pero la verdad es que están observando más de lo que imaginamos. Es bueno que nos vean leer en algún momento del día, rezar y hacer todas aquellas cosas que deseamos que repliquen más adelante. Una vez, le pregunté a un amigo empresario exitoso qué hizo su padre para motivar a sus tres hijos a ser empresarios, y su respuesta fue: "En la mesa durante la cena, siempre se hablaba de negocios; aprendimos a calcular regalías y pérdidas desde que tenemos uso de razón". Entonces, hablemos un poco más y miremos el celular un poco menos.

Otro consejo importante es ser intencionales al abrir espacios de conversación y comunicación. En una asesoría, una madre me decía: "Cuando estoy leyendo en mi cuarto, dejo la puerta abierta y le pido a Dios que aproveche el espacio para entrar y hablar conmigo". Puede ser que a veces lo aprovechen y otras no, pero no nos cansemos de abrir esos espacios para poder formar carácter y criterio, para llenar sus mentes y corazones con cosas positivas que queden arraigadas en sus mentes y corazones.

Asimismo, no debemos olvidar que, ser adolescentes no significa que puedan hacer todo por sí mismos. Su carácter está en formación, por lo que es importante tener control parental y estar atentos a lo que ven y a quiénes siguen. Es importante tener presencia, para que sepan que estamos ahí, que nos vean como un ejemplo a seguir, porque "de la abundancia del corazón habla la boca"; plantemos en sus corazones lo que deseamos que florezca más adelante.

Además, planifiquemos con ellos su futuro, motivémoslos a descubrir su vocación, a buscar la mejor universidad a la que puedan aplicar, a estudiar en el extranjero, a buscar becas o incluso a soñar con lo que nunca imaginaron que podrían lograr. Esta es la etapa en la que quieren "comerse al mundo", animémoslos a soñar con todo lo que pueden lograr y no permitamos que las nuevas tendencias les roben la energía que solo tienen en esta etapa de la vida. La vida no es para los más rápidos, sino para los perseverantes. Ayudémoslos a visualizar todo lo que pueden llegar a ser, más allá de ser un influencer que gana dinero "sin hacer mucho". Sí, puede sonar agotador y desafiante, pero es un trabajo a largo plazo, poco a poco.

La interacción diaria es la que marca la diferencia. Existe una frase que dice: "Los días son largos, pero los años son cortos". Antes de que te des cuenta, habrán crecido y nuestra influencia como padres o educadores habrá terminado. Por lo tanto, aprovechemos los pequeños momentos para ayudar a nuestros hijos y adolescentes a desarrollar el criterio que necesitarán en el futuro. Al final del día, necesitamos personas que tengan presencia en las redes y que impacten positivamente en este mundo que está influenciado de manera negativa. Motivemos a nuestros hijos a influenciar a esta sociedad, pero bien formados, con fundamentos y criterio sólido, usando la lógica. Si desean ser youtubers, streamers o cualquier otra cosa, que lo hagan bien, que aprendan a hacer ruido en las redes de manera positiva.