Fomentando el ahorro en mis hijos

Compartir:

Para iniciar nuestro tema, quiero compartirte una anécdota:

Recuerdo que cuando era niño me encantaban los “Micro-machines”, que eran figuras en miniatura. En particular, me gustaban las de Star Wars. En una ocasión, quise adquirir la “Estrella de la muerte”, pero su precio superaba lo que tenía en mi alcancilla. Un cofre de Madera con varias claves que no podía abrir hasta tenerlo lleno, según indicó mi padre. Me propuse ahorrar para lograr mi objetivo, pero para ello necesitaba ganar más dinero. Le ofrecí a mi padre lavar el carro los domingos, trabajar en vacaciones haciendo tareas que me encomendara, y otras actividades. No puedo negar que también mis hermanos me ayudaron un poco. Al final, estaba a punto de comprarla, pero mi papá me dijo: “no puedes vaciar tu alcancilla. Si sacas, debe quedar la mitad del dinero.” Fue un reto más, pero luego al fin pude comprarla. Fue el juguete que jugué y cuidé por años.

Esta anécdota introduce bien nuestro tema. Ya que no es lo mismo ahorrar para gastar, que ahorrar para la vida. No es lo mismo ahorrar para adquirir un libro o un juguete, que ahorrar para comprar un vaporizador o una cerveza.

Ahorrar significa reservar una parte de los ingresos ordinarios, hábito que el consumismo circundante no pareciera promover. Los adultos normalmente ahorramos como previsión para una necesidad futura, pero para los niños esto es algo que es difícil de entender. Es por ello que tenemos que “entrenarlos” en el ahorro. Quizás podamos ayudándoles a adquirir algo que les gusta o que quisieran tener. Ahora bien, es más fácil comprárselo; pero esto no fomenta la templanza ni tampoco ayuda a nuestros hijos a no caer en el consumismo. Fomentando el ahorro, fomentamos virtudes.

Aquí enlisto algunos tips para fomentar el ahorro:

  • No comprar todo lo que nuestros hijos nos pidan.
  • Adquirir una alcancilla con la forma de un personaje o estilo que le guste a nuestro hijo.
  • Motivar a introducir una cierta cantidad de dinero en la alcancilla cada semana.
  • Explícale por qué es bueno ahorrar (reserva para una emergencia, para comprar cosas que necesite o quiera, para comprar un regalo de cumpleaños a mamá, etc.)
  • Démosle una mesada con base a ciertas tareas que realicen en casa y que corresponden a retos en virtudes que ellos necesiten desarrollar.
  • Motivar a que nuestros hijos sean emprendedores y realicen ventas de limonadas, galletas, etc.
  • Colocarse una meta de ahorro para el final de un mes o año.
  • Dale un buen ejemplo, administrando bien el dinero.
  • Ábrele una cuenta para niños, normalmente los bancos ofrecen este servicio.

Todo esto ayudará a formar futuros adultos capaces de ahorrar y administrar mejor su dinero, y con ello familias económicamente más estables.

Y recuerda: “Ahorrar no es sólo guardar, es saber gastar”.

Daniel Marquez, M. Ed | Science and English | APDE Solalto